lunes, 8 de diciembre de 2008

MAROSA

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Vale me prestó un libro. Es extraño e impactante. Copio uno de los cuentos, no tiene título.



El invierno es una casa cerrada, sin pintar. Es un altar boca abajo. EL descenso a los infiernos. NO la habitual hoguera, sino el piso fracturado; los tablones rotos, llevan a otro piso igual, y a otro.
Ése desciende a los infiernos con un vestido rojo que tiene ala. No sé quién es. Ya bajaron dos o tres. Para siempre jamás.

En cada puerta sale y crece el lirio blanco; una mano de adentro, por una hendija, lo sca y lo pone en la olla. Él hierve en el frío, se esponja como nieve. POr un rato hay hilachas blancas por todo el cuarto.

Dentro de la cama yo ofrezco mi pequeña ostra, pequeña, oval, ribeteada de coral, por donde Juan lleva y hunde su puñal. Que me parte en dos. Después yo lo abrazo. Como si no me hubiera querido matar.

Marosa Di Giorgio, Rosa mística. Relatos eróticos.

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jueves, 4 de diciembre de 2008

Traducción libre de alguna canción yanqui que seguro existe.



Los que respiramos dos
veces antes de gritar.
Los que esperamos el bus
de madrugada,
los que no consumimos drogas
de diseño.
Los que no tenemos marca
en las zapatillas
Los que preferimos tomar
cerveza en la acera.
También nosotros estamos presos.

Madonna no va a rendir tu examen
Madonna no va a trabajar por ti
Madonna va a irse como vino.

Nos creemos libres pero no,
sólo podemos apoyar
la cabeza en la almohada.
Pronto cotizará el espacio
de aire de tus sueños,
elige tu patrocinador
antes de que lo elijan por ti
y sea una absurda
marca de consoladores.

Madonna no va a rendir tu examen
Madonna no piensa en tí
Madonna va a irse como vino
sorbiendo su agua de las islas
Fidji.
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