lunes, 8 de diciembre de 2008

MAROSA

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Vale me prestó un libro. Es extraño e impactante. Copio uno de los cuentos, no tiene título.



El invierno es una casa cerrada, sin pintar. Es un altar boca abajo. EL descenso a los infiernos. NO la habitual hoguera, sino el piso fracturado; los tablones rotos, llevan a otro piso igual, y a otro.
Ése desciende a los infiernos con un vestido rojo que tiene ala. No sé quién es. Ya bajaron dos o tres. Para siempre jamás.

En cada puerta sale y crece el lirio blanco; una mano de adentro, por una hendija, lo sca y lo pone en la olla. Él hierve en el frío, se esponja como nieve. POr un rato hay hilachas blancas por todo el cuarto.

Dentro de la cama yo ofrezco mi pequeña ostra, pequeña, oval, ribeteada de coral, por donde Juan lleva y hunde su puñal. Que me parte en dos. Después yo lo abrazo. Como si no me hubiera querido matar.

Marosa Di Giorgio, Rosa mística. Relatos eróticos.

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7 comentarios:

Anónimo dijo...

en quién estarás pensando?

Nelly dijo...

Hola querida. Siempre soñé que la pequeña ostra fuera una plantita carnivora (tipo La tiendita del terror) y que aniquilara y desangrara a todas las espadas no queridas, porque una nunca sabe que las quiere así nomás. A veces después de 15 segundos de espadazos nos damos cuenta que no son bienvenidas y que bueno sería aniquilarlas.
En fin... ya me contarás.

Nelly dijo...

Ah, y hablando de ostras y conchitas, todavia no quiere mostrarse chonchisarli, está timidona.

inés dijo...

vas para los pagos?
nosotros vamos en año nuevo
para navidad, ine y sus hermanas en Buenos aires
un cope
quiero qeu conozcas a mis hermanas

AliaS dijo...

este post es maravilloso!

la obra de Marosa, y ese libro en particular, qe voy leyendo caóticamente entre los 4 que tengo en lectura, cobija una pureza inusitada, un manojo de deseos estallando a cada susurro, una belleza carnal.
la música de los cuerpos irrefrenables, el alba de las hogueras

todo un placer

Anónimo dijo...

dejen de masturbarse, lesbis

Pluie dijo...

el anonimato parece el mejor escondite, pero tiene una pequeña falla, nunca sabrás cuándo termina el juego y te quedarás ahí, eternamente.