lunes, 29 de septiembre de 2008

Grandes amigos

GRANDES AMIGOS

¿En qué idioma se expresa el deseo?

Es de noche. En un puerto de cualquier lugar dos trabajadores empiezan a desplegar una soga invisible bajo la luz azul de las estrellas. Seducir es tensar ese hilo hasta llegar al otro, mediante palabras disparadas por la voz o por el cuerpo. El puerto es un lugar de paso, el lugar clásico de la confusión, donde conviven todos los idiomas y todas las historias. Para estos hombres, lo demás no existe. Ellos dos son todos los hombres, los que llegan, los que se van y los que permanecen. Lo único a desarrollar es el propio juego: acercarse y repelerse, seducir y dejarse contemplar en un contrapunto mágico. Bajo el cielo oscuro, no hay nada más misterioso que el cuerpo del otro. Llegar a él implica un camino que cruza el juego adolescente, la tensión erótica de la violencia, la vibración masculina de los torsos. Intentar llegar al otro es quedar al descubierto, es mostrar el proceso. Es elegir una voz propia, porque ¿en qué otro idioma se expresa el deseo?

Javiera Perez Salerno

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sábado, 27 de septiembre de 2008

La influencia de una semana Rucci

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Soñé que papá era montonero. Algo había fallado en la organización de un plan y estamos todos escondidos en su estudio esperando que vengan a buscarnos. Nos vienen a buscar para matarnos. Después deciden que lo mejor es separarse y a Teté (que en el sueño era mi hermana) y a mí nos llevan a otro lugar: un restaurant que se llamaba La Farola, adonde íbamos a comer con mi familia todos los domingos al mediodía. Emilio, el dueño que tiene acento gallego nos tranquiliza y nos deja comer canastas de grisines para distraernos, mientras vigila desde la puerta que separa la cocina del salón. El restaurant se empieza a llenar de gente; entre las mesas hombres armados y perros. Teté y yo logramos salir alcanzando la puerta en cuatro patas sin ser vistas, como si fuéramos invisibles. Caminamos por la principal de Tandil tratando de volver rápido al estudio con nuestra familia. Pasamos por enfrente de Jony´s, otra confitería que ya no existe y nos damos cuenta de que está cerrada pero que adentro hay gente. Teté quiere entrar, cree ver conocidos que nos pueden ayudar. Pero yo noto movimientos raros y me doy cuenta: van a matar a todos los que están ahí adentro. Corremos hasta el estudio que es enfrente, la puerta de calle está abierta. Subimos las escaleras, encontramos todo revuelto. En el cuarto de la fotocopiadora hay dos colchones, nos tiramos en uno y nos tapamos con el otro. Nos quedamos ahí, quietitas esperando. Entonces, me despierta una llamada perdida.
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martes, 23 de septiembre de 2008

Recibí una carta .

La tía Marta y los pasajes más dignos de Puig que me dedicaron jamás.


"Qué preciosas las fotos enviadas, los pollos que ya no existen más, fueron a parar a la olla en estofadito. Por lo menos nos quedan las fotos de recuerdo. [..] tengo mi jardincito ya primaveral, con flores, pero no nos quiere llover, es una seca espantosa. Hoy hace un día frío y mucho viento, se presenta feo para el festejo de la primavera que traen de Buenos Aires una banda roquera (sic) en la Rural"

viernes, 19 de septiembre de 2008

El patio de luz

Una vez que ya no se oye el silbido de papá,
el patio se convierte en un hueco de aire rosado,
mitad cielo, mitad sombra.

En verano,
la parra es refugio de tejedoras mudas.
Las ramas vuelven invisible las rejas, puro musgo y
animales microscópicos organizados en senderos diminutos.
El clavel del aire rasga el camino de los rayos de sol,
rompe la simetría que combina sillas de hierro y mesita
de remate, la sombra contiene las hebras descartadas
por la cuchilla invariable de los labios.
El murmullo de las agujas y la sinfonía del viento
parecen salidos de un tango viejo, escupido
por las vueltas simétricas del combinado
que una mano inhábil destruyó
el otoño próximo.

A las tres de la tarde,
el día parece detenido por la siesta despierta
de los abedules
Las tres de la tarde se pueden atrapar
en un largo segundo de bocanadas resbalosas.

Pedimos coherencia aromática:
Que la salvia se junte con el polen del aromo,
que no destruya el sol las albahacas que nacieron
de la mano vibrante del representante del barro.

El sendero húmedo arrastra la mirada hacia la punta del cerezo.
Desde arriba, la vista nos devuelve la mirada a su lugar,
el tobogán de macetas dirigiendo el camino hacia la cuerda,
los broches parejos pinzan las nubes de un cielo desprolijo,
las sábanas que son el premio a la dedicación,
de pasar la cara para que las gotas la despierten.

Las tres de la tarde interrumpen la pelota
huérfana de miradas entre las glicinas.
El plástico le da de lleno al sol, hasta eclipsarlo.

martes, 16 de septiembre de 2008

lunes, 1 de septiembre de 2008